miércoles, 11 de abril de 2012

Travelling around (I)

¡Cuanto tiempo desde la última entrada! algo más de 1 mes. ¿Eso es mucho? ¿Es poco? Seguro que cada uno tiene su propia opinión. Para mi el tiempo ha pasado muy rápido, pero ha estado lleno de nuevas vivencias, sensaciones y cambios.
Este post deberían ser dos, pero por razones de calendario y reloj se va a convertir en uno (magia potagia), asi que quedáis en preaviso de su mayor extensión “palabreril”. 
En este último mes el olor a vacaciones me empezó a rondar, asi que como en una buena cata de vino, empecé a disfrutar de su olor regalándome 2 escapaditas de fin de semana por la isla norte antes de meterme de lleno a saborear la copa entera.
El primer aroma vacacional me vino del norte, muy del norte, concretamente del punto casi más septentrional del país, Cape Reinga, alli donde según la leyenda maorí, hombre y mujer se unen (Océano Pacífico y Mar de Tasmania respectivamente). 

Tasmania vs Pacífico
 
Cuatro españoles y un valiente koreano formamos el equipo viajero. Establecimos base en Paihia, un famoso pueblo de veraneo que queda a medio camino entre Auckland y nuestro destino.
Cruzando los dedos para que el tiempo fuese nuestro aliado y poder disfrutar de las vistas que ofrece el cabo, el sábado amaneció perfecto para nuestra excursión, de no haber sido así, nos hubiésemos perdido vistas como estas:




 Os puedo asegurar que se siente una paz especial, como si de un santuario se tratase, quizá sea porque parece que para los maoríes este punto es aquel en el que las almas saltan cuando van a empezar su nueva vida espiritual.

Casi llegando a Cape Reinga se han formado unas dunas de arena que tampoco desmerecen hacer este viajecito, la única pega que tuvieron es que hacía mucho viento en los puntos más altos y acabamos con arena hasta en las orejas! 

Te Paki Sand Dunes


 El domingo nuestra amiga la lluvia quiso acompañarnos durante toooda la jornada, asi que fuimos haciendo lo que podíamos, como por ejemplo, ver cascadas:

Haruru Falls

Whangarei Falls

La segunda escapada fue toda una grata sorpresa, no porque no supiese donde iba a ir, sino por todo lo que en ella me encontré.
Esta vez el destino fue la península de Coromandel.
Los viajeros fuimos dos, dos españoles, dos David(es) y gracias a la generosidad de una valenciana, que nos prestó su furgo, nos marcamos un mini road trip que me dejó muy buen sabor de boca.
En esta ocasión los dos tiempos jugaron a nuestro favor (el del cielo y el del reloj), asi que echarse a rodar e ir descubriendo sitios fue todo uno.
Entre las sorpresas se encontraron paisajes, playas, baños, amigos con caparazón o jacuzzis inesperados… y explico esta última. Después de haber disfrutado de un buen bañito en Otama Beach, el tiempo se torció y empezó a llover. Decidimos ir a un camping para poder darnos una ducha que nos quitara los restos de playa que guardaba nuestro cuerpo, y tras la sugerencia de mi tocayo de hacer uso de la piscina de la que disponía el complejo, para nuestra sorpresa nos encontramos con que había un jacuzzi al aire libre que no tenía quien le usase… ooohhh, no pudimos resistirnos a esa mirada que nos gritaba “úsame, úsame”… asi que como el resto de la tarde me cuesta recordarlo, os dejo algunos momentos mañaneros:

Opito Beach
Otama Beach

La mañana del domingo fue sencillamente increíble. El camino que nos llevó a una playa llamada Cathedral Cove fue tan bonito como fácil de disfrutar, pero descubrir ésta fue un auténtico placer visual para un servidor (lástima no ir preparado para un baño).


El momento guiri que llevamos a cabo en la Hot Water Beach puso punto final al viaje. Se trata de una playa que tiene una zona donde, debido a sedimentos volcánicos, consigues agua caliente al cavar en la arena. Asi que pala en mano y custodiando tu parcela de arena para que nadie te la usurpe, cual veraneante en Benidorm en pleno Agosto, nos hicimos nuestro propio agujero-jacuzzi natural (para más detalles consúltese mi facebook).

Y llegados a este punto empezaría con mi siguiente post. Aquel en el que os contaría que dejo de trabajar, que dejo Auckland y que incluso dejaré temporalmente el país.
Las dos primeras cosas ya han sucedido, I’m on holidays!
Mi primer destino de este tour por el país kiwi fue Wellington, capital del reino. Miguel, un amigo chileno, me acompañó estos 4 días. No es una ciudad grande, pero sí con encanto, con personalidad, con gente guapa y calles y rincones para pasear o perderte. Cafés, tiendas, cultura y un paseo marítimo pensado para ser disfrutado por el caminante, terminaron de convencerme de que Welli debe ser la capi.


Botanic Gardens
Parliament
Seafront
Civic Sq
Cuba St

Incluso tuvimos nuestro momento freaky, ya que en Wellington se encuentra una tienda-museo de la empresa de efectos especiales que trabajó con el Sr. Jackson en ESDLA (Weta Cave), y allá que fuimos! (eso sí, después de visitar el museo nacional, Te Papa).


El domingo me despedí de la ciudad, de la isla norte y de los chilenos con los que estaba, y el ferry me puso rumbo a la que es ahora mi aventura: recorrer la isla sur.
Teóricamente en algún momento me juntaré con un colega que también está viajando por la isla, pero hasta que eso ocurra, mis circunstancias y yo vamos de la mano. Puede que para algunos esto no signifique mucho, pero este que está escribiendo se siente orgulloso de haberse enfrentado de nuevo a sus miedos adquiridos y de estar demostrándose que las barreras nos la ponemos nosotros mismos.

Antes de despedirme quiero compartir con vosotros las últimas imágenes que quedaron grabadas en mi retina mientras el ferry y la noche avanzaban:


Hoy he leído una frase que decía:
“Life is like a jungle, not like a zoo. Participate, don’t spectate”

Hasta la próxima!


2 comentarios:

  1. una pasada si señor....me alegro de que lo estes disfrutando a lo grande, espero que nos cuentes mas aventuras, pero sobretodo...cuidate mucho campeon!! 1 beso y un abrazo de un amigo q te echa mucho de menos

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  2. Sip, la verdad es que el viajecillo a Coromandel fue toda una grata sorpresa. Y no digamos lo del jacuzzi, como para decirle que no con el tiempo que hacía lol Y decir que la pava incluso se pensó si meterse dentro, tiene delito!

    Si es que Wellington tiene un encanto raro (y Cuba St es lo mejor!)! Por cierto, me encanta la última frase, toda una declaración de intenciones :)

    Un abrazo fuerteeeee!!!

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